Mabel Franco, periodista
La noche del viernes, Bolivia
Clásica —proyecto de formación de jóvenes músicos que encabeza Ana-Maria Vera—
facilitó una experiencia capaz de convencer al público aun más escéptico sobre
cuán importante es formar músicos, tenerlos al alcance del oído, pero también
de los ojos, para permitirse la irrepetible vivencia de un concierto. Es decir:
formar músicos no es un privilegio para éstos, sino para la sociedad que tiene
el derecho de vivir en directo ese engarce de sonidos que llamamos música.
Esta vez, el violonchelista Willem
Stam (Canadá-Holanda) fue el maestro que aceptó la invitación de Vera para
trabajar con cuerdistas bolivianos y que, al cabo del taller, dejó ver la
calidad que es posible alcanzar.
Vera, pianista internacional,
considera que la formación musical en Bolivia es muy mediocre. La artista de
origen boliviano decidió luchar contra esa
mediocridad con la certeza “de que los niños y jóvenes obviamente
que tienen el talento, pero necesitan oportunidades para cultivarlo”. Así
nació el programa Bolivia Clásica, que en esencia es el acercamiento de grandes
maestros instrumentistas que llegan al país para actuar en un festival y
también para dar talleres y trabajar con quienes desean seguir una carrera en
serio en la música. “Veo a los padres de familia de los estudiantes
buscando la forma de enviar a sus hijos al extranjero. Es su decisión y nosotros
trataremos de ayudarles; pero no es bueno para el país que todos quieran irse.
Esos chicos deben tener las posibilidades de aprender en Bolivia”.
Un trío de cellos, un ensamble de
violonchelos y la orquesta de cámara que ha formado el hermano de Ana-Maria,
Armando Vera, desplegaron el viernes un repertorio que combinó obras fácilmente
reconocibles por el grueso del público (“Carmen Suite”, de Bizet) y otras específicamente
para violonchelo (“Serenata”, de Gabriel Pierné, y “Concerto per violonchelo
Nº1” de Luigi Boccherini) que despertaron el entusiasmo por igual. La clave:
una factura musical cuidada.
“Requiem Op 66”, de David Popper;
“Bachiana Nº 5” (aria), de Heitor Villalobos; “Limoges”, de “Cuadros de una exposición”,
de Músorgski, y la interpretación de
Billie Jean (Michael Jackson) y el tema de la Pantera Rosa (Henri Mancini)
completaron el programa destinado a mimar al espectador y en el que destacó la
maestría de Stam, sea como músico solista, sea como director capaz de sacar a
relucir el talento de los jóvenes cuerdistas.
El concierto, con ingreso
gratuito, fue seguido por un auditorio repleto, aunque entre el público era
fácil adivinar la presencia de padres y otros familiares de los músicos y otras
personas vinculadas con el quehacer musical. Bien, pero igualmente una pena por
quienes ni se enteran de que hay este tipo de ofertas en La Paz.
Ficha técnica
Bolivia Clásica, programa de formación
dirigido por Ana-Maria Vera, maestro Willem Stam
Orquesta de Cámara Juvenil:
Gabriel Bilbao, Jaime Kaiser, Guillermo Leonardini, Mireya Condo, Paul Belzu,
Richard Gisbert, Rodrigo Sillerico, Neyen Finot, Rodrigo Guzmán, David Cuevas,
Samuel Burgoa, Andrés Copa, Albert García (violines); Alejandro Mena, Ovidio
Alvarado, Armando Vera (violas), Andrea García, Sara Vaca (chelos), Víctor
Valda (contrabajo, invitado).
Iglesia Luterana, viernes 18 de
octubre
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