domingo, 17 de agosto de 2014

Ni radio ni paranoia





Mabel Franco, periodista 

La obra Radio Paranoia, según ha explicado su autor Kike Gorena a la prensa escrita, intenta echar una mirada a paranoias diversas y a la fragilidad humana en definitiva. Menuda oferta, tentadora sin duda.
La música que recibe al espectador, fuerte, envolvente, aún antes de que éste ingrese a la pequeña sala de El desnivel, hace pensar en que se vivirá una velada delirante, como corresponde al tema. Miguelángel Estellano, frente al micrófono, es una imagen poderosa y da más motivos para esperar intensos minutos en los que la radio será el centro para atisbar en historias humanas o algo así.
Pero algo se quiebra apenas la voz del locutor rompe el ruido de la música y algo en la modulación, en lo que dice, abre un paréntesis en el entusiasta clima inicial. Un paréntesis que no hará sino cerrarse para volver a abrirse, sin que se pueda articular una idea, una imagen capaz de darle sentido al ofrecimiento verbal del autor: no hay personajes, apenas esbozos a los que hay que creerles por lo que dicen, no por lo que comunican.
Y así transcurren las situaciones desarrolladas por gente, qué duda cabe, que sabe del oficio. Y que tanto sabe que es capaz de hacer trampa. Porque García y Grossman, seguidos por actuaciones correctas de Estellano y Piti Campos (a quien se vio igualmente correcta en Teresa bailaba… ¿con tacones?), dicen y hacen y el espectador ríe y va por donde ellos quieren llevarlo. Hay momentos en que son capaces de crear la ilusión de que algo más cabe esperar, que la paranoia va a envolvernos, que la soledad que Kike Gorena afirma que es la causa de la crisis de sus criaturas va a salpicarnos… Pero la obra no alcanza para tanto. Y ahí se quedan los parlamentos, inocuos, vacuos. Tanto como los espacios propuestos: un rincón con el micrófono, un sofá en medio, una mesa con lámpara y sillitas al otro extremo y la calle al fondo: con cabina de teléfono como referente. Los personajes comen sándwiches, se lavan los dientes y escupen, son mojados por una ducha…
¿Qué universo ha recreado Radio Paranoia? El que haya sido, para mí se ha perdido totalmente la oportunidad de inquietar, de mover a pensar en esa madre y su hija, esa mujer y su novio radialista maldito, ese radialista tentado por la hija de su novia, ese padre que aparece un buen día porque sabe que el radialista al que admira es novio de la mujer que abandonó hace 15 años… Así dicho, hasta parece interesante. Los ingredientes son sabrosos, pero la receta no funciona. La psiquis de esos cuatro seres se le escapa a Gorena y nada de lo que puedan hacer los actores es suficiente para atraparla. Quizás la próxima vez.

Ficha técnica
Título: Radio Paranoia
Autor y director: Enrique Kike Gorena
Protagonistas: Patricia García (Mori, hija adolescente)
Pedro Grossman: (Padre de Mori, admirador de Héctor)
Miguelángel Estellano (Héctor, Gran H, locutor de radio)
Piti Campos (Madre de Mori, novia de Gran H)
Estreno en La Paz: El Desnivel, 15 de agosto de 2014